“Hace tiempo que el reloj no es un accesorio para mirar la hora”. Quien sentencia esto con rotundidad es Adrian Bosshard, piloto de motos retirado y, desde 2003, presidente de Certina, una de las firmas del grupo Swatch. Él, que ha competido sobre el asfalto con los más grandes del motociclismo, afronta ahora uno de los mayores retos de su sector: reivindicar el reloj como objeto de deseo en la era de las zapatillas y los teléfonos móviles.
Bosshard ha conocido los tiempos dorados de la industria relojera y es realista al reconocer que en los últimos años han tenido que luchar en un mercado del lujo donde el protagonismo se lo llevan las marcas de streetwear y los últimos avances tecnológicos. “Hemos atravesado una época difícil, pero desde hace un año el sector relojero suizo está volviendo a crecer”, asegura en tono calmado, como el jugador de póker que deja que el rival suba la apuesta a sabiendas de que la carta ganadora está en su mano.
La razón por la que los relojes nunca desaparecerán
Hablamos con Bosshard mientras a nuestro alrededor nadan tiburones, mantarrayas y demás fauna marina. Estamos en el Acuario de Londres, donde la marca presenta la edición especial de su DS Action Diver en colaboración con Sea Turtle Conservancy.
“Los relojes están vinculados a un momento especial de tu vida. Por eso en el caso de Certina es especialmente importante la dureza y la durabilidad de nuestras piezas, ya que guardan algo muy personal”, explica.
Y no le falta razón. Los relojes se regalan, se heredan o te los compras cuando te quieres premiar por algo que has conseguido. Son un recuerdo de algo o de alguien, como una memoria inalterable al movimiento de las agujas.
Son estas características las que hacen que Bosshard esté convencido de que la industria relojera no tiene nada que temer ante el nuevo lujo. “La diferencia entre los relojes y las zapatillas o los móviles es su longevidad. La tecnología o la moda de tendencia caducan, los relojes son para siempre”, asegura.
Europa todavía importa al mundo del lujo
Las diferencias entre el lujo clásico y el nuevo no sólo está en la longevidad que reivindica Bosshard. También en el modelo de negocio. Frente a muchas firmas que están dejando Europa en un segundo plano para centrarse en el mercado asiático, la estrategia de Certina reside en cuidar al consumidor local, al que ya tenías y al nuevo. “Si quieres crecer tienes que atender al mercado asiático, pero eso no es excusa para desatender a tu cliente de siempre”, apunta el presidente de una marca que tiene sus principales bastiones en Suiza, los países escandinavos y Europa del Este.
“Tenemos equipos específicos para cada país e invertimos y producimos para cada territorio de acuerdo a sus necesidades”, explica Bosshard, que señala a España y Alemania como los próximos mercados a conquistar en Europa. “Al cliente español le gusta la moda y la tendencia, pero también aborda la relojería como una inversión inteligente, por ello busca calidad y garantía a un precio razonable”.
Un reloj de lujo que sí te puedes comprar
Bosshard se enorgullece de haber pedido a sus ingenieros que desarrollasen un reloj de lujo por menos de 800 euros y lo consiguió. “Al principio dijeron que estaba loco, porque les pedí un reloj sumergible homologado en resistencia y que tuviese diseño, las prestaciones y los detalles de una pieza de alta gama”, recuerda.
DS Action Diver Powermatic 80 Sea Turtle Conservancy, por 795 euros
El catálogo de Certina ofrece productos de altísima calidad, con la mejor tecnología y una larga tradición, todo a un precio asequible para satisfacer a un público con un gran potencial de crecimiento, como explica el propio Bosshard: “Nuestros clientes son personas activas, que necesitan un reloj que se adapte a todas las ocasiones, desde el trabajo hasta su tiempo libre, en el que practican actividades deportivas. Y bien porque tienen un límite de presupuesto, o porque no están preparados para hacer un gran desembolso de dinero en un artículo de lujo, por un precio que encaje en el segmento medio”.
Dicho en otras palabras: por lo que te gastas en un móvil o en unos pares de zapatillas que desecharás en unos años, Certina te ofrece un objeto de gran significado personal que te acompañará toda la vida.
Los comentarios están cerrados.