¿Ya no sabes qué usar en estas últimas semanas de esta fría estación? Aquí te brindamos tres opciones que debes tomar en cuenta.
En el mundo de la moda, las macrotendencias son tan raras y tan difíciles de delimitar como un eclipse total. No hay unanimidad acerca de sus orígenes, duración y evolución, pero cuando están en su momento álgido se convierten en el único tema de conversación posible. Afectan a todos los eslabones de la industria, desde los tejidos hasta la puesta en escena de los desfiles, y proyectan su influencia a lo largo de varios años.
Algo así ha sucedido con el deporte y lo deportivo en la edición número 94 de Pitti Uomo, la feria de moda masculina que se celebra dos veces al año en Florencia y que es la más importante del sector. Entre el 12 y el 15 de junio, un total de 1240 firmas internacionales han presentado sus colecciones en un marco que es, ante todo, un evento pragmático. Dos terceras partes de sus 30.000 asistentes son compradores (es decir, personas encargadas de seleccionar las prendas y firmas que posteriormente se venderán en grandes almacenes y tiendas multimarca), así que la prioridad es la claridad de ideas y la concisión. Y, si otros años la obsesión era la sastrería, lo vintage o la sostenibilidad, en esta ocasión la inspiración atlética y técnica ha monopolizado desfiles, presentaciones, colecciones y conversaciones. A continuación, algunas de las conclusiones que hemos extraído.
Cada detalle cuenta
Una de las consecuencias colaterales del auge de la ropa deportiva es el surgimiento de legiones de entusiastas de las deportivas capaces de diferenciar modelos, marcas y ediciones limitadas a partir de matices indetectables para el común de los mortales. Tal vez por eso el hombre está cada vez más acostumbrado a fijarse en los aspectos tecnológicos de cada prenda, del mismo modo que un aficionado a la sastrería identifica un traje por la línea del hombro o por la costura de las entretelas. En el desfile de la firma japonesa Bed J.W. Fordhabía algo de ese carácter obsesivo. Los modelos recorrían la pasarela ataviados con abrigos, cortavientos, chubasqueros y gabardinas genéticamente modificadas para adentrarse en los vericuetos de la moda conceptual, y desplegaban al mismo tiempo todas las filigranas propias de la moda digital. Había bordados, pero también láser y estampados de última generación. Precisión técnica y folclore futurista.
El futuro será un jaleo
Al menos eso es lo que permitía prever el desfile del británico Craig Green, la gran estrella invitada de esta edición de Pitti Uomo. El espectáculo, celebrado al anochecer en los suntuosos jardines de Boboli, se abrió con trajes llenos de cordelería y continuó con diseños en los que convivían varias prendas superpuestas de forma literal o figurada. A veces eran trampantojos (la silueta de una camiseta de tirantes impresa sobre una camisa, por ejemplo) y en otras acumulaciones de capas sin escatimar en correas, cordones y cremalleras. Los colores eran brillantes y contrastados (una seña de identidad de Green), y el efecto final era deportivo y apocalíptico a la vez. ¿Se imagina vestirse para hacer trailrunning en Marte? Pues algo así. Otra de las propuestas presentadas en desfile fue la de la firma alemana MCM, especializada en artículos de viaje. La inspiración aquí era el mundo de la aviación, con prendas llenas de bolsillos ubicados en los sitios más insospechados, tejidos técnicos reflectantes y siluetas holgadas como paracaídas.
El fútbol, después de todo
Que Italia no participe este año en el Mundial de Rusia no impide a la industria italiana presumir de colores. De ahí que el leit motiv de Pitti Uomo 94 haya sido el fútbol y, particularmente, una exposición–Fanatic Feelings– dedicada a glosar las relaciones entre moda y balompié. Por supuesto, había equipaciones y homenajes a la azzurra, pero también una insólita (y acertadísima) selección de fotografías de futbolistas bien vestidos, de Dani Alves, Zidane o Neymar a clásicos como George Best o Gigi Meroni.
La técnica sí importa
Cuando Claudio Marenzi se hizo cargo de Herno en 2005, la firma de abrigos e impermeables que había fundado su padre en 1948 era sinónimo de calidad, pero también de cierto conservadurismo. Hoy, sin embargo, nadie pone en duda que la casa italiana ha ayudado a definir lo que es y lo que se puede esperar de una prenda de abrigo en el siglo XXI. En la última década, Herno ha sido pionera a la hora de utilizar técnicas de inyección para confeccionar sus plumíferos y en introducir el corte al láser o el termosellado en la moda de cada día, pero también ha sabido convertir un abrigo técnico en un objeto de lujo tan deseable como un bolso o una joya. Por eso Herno L.I.B.R.A.R.Y., la exposición que, en el marco de Pitti Uomo, celebraba los setenta años de la casa, ha sido también la constatación del milagro más reciente de la industria italiana, y del genio emprendedor de un hombre, Marenzi, que desde el año pasado es también el presidente de Pitti Immagine, la plataforma que organiza las ferias comerciales más importantes de Italia. El lujo del futuro será exclusivo y extravagante, pero también tiene que ser útil, y eso es algo especialmente palpable en una feria como Pitti Uomo, que siempre ha jugado la carta del realismo sin olvidarse de los posibles futuros de la industria.
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